Eva

Eva Eva’s stories

Cuando llegué a Bruselas desde España, hace veinte años, nunca pensé que escribiría historias sobre la ciudad. Bruselas era entonces un lugar en el que podía perseguir un antiguo sueño profesional. La “rue de la Loi”, “Square de Meeûs” o la “Place de Luxembourg” no eran solamente lugares de tránsito y de trabajo, sino también testigos silenciosos de historias que me habitaban sin esperanzas de ser escritas.

No recuerdo cuando la Bruselas del “Quartier Européen” dejó de ser la única importante. Poco a poco empezó a extenderse, a englobar más calles, más plazas, más parques. Mis viajes diarios en tren y en Metro, con sus cacofonías lingüísticas de fondo, me ayudaron en la exploración inconsciente de otra Bruselas. La que se oculta en calles con hileras de casas de tres pisos, todas diferentes pero todas parecidas. La Bruselas que pertenece a todos y a nadie al mismo tiempo, la que no sabemos si amar o detestar porque siempre nos llama expatriados y no permite que le pertenezcamos. Imran, mi personaje de “Brussels Umbrellas” junto a los escritores de Writingbrussels, es un extranjero como muchos otros. Sobrevive en el desarraigo y mira al futuro con esperanza.

Mi nuevo trabajo en Writingbrussels vuelve al punto de partida y se acerca a la Bruselas administrativa y poderosa, a la llamada capital de Europa. Pero eso es sólo el principio de la historia. Mis personajes empiezan un viaje cuyo destino desconocen, se pierden en una Bruselas de estratos ocultos y existencias adivinadas. No saben lo que buscan pero tal vez encuentren lo que nunca imaginaron.

When I arrived in Brussels from Spain, twenty years ago, I never thought that I would write stories about the city. Brussels was then a place where I could pursue an old professional dream. “Rue de la Loi”, “Square de Meeûs” or “Place de Luxembourg” were not only transit and work places, but also quiet witnesses of stories that inhabited me without hope of being written.

I cannot remember when the Brussels of the “Quartier Européen” stopped being the only one that was relevant. It began to spread gradually, embracing more streets, more squares and more parks. My daily trips by train and Metro, with their linguistic cacophony in the background, helped me with an unconscious exploration of a different Brussels. The one which hides in streets with rows of three floor houses, all different yet all alike. The Brussels which belongs to everyone and nobody. The one we do not know whether to love or not because it always calls us expatriates and does not allow us to belong. Imran, my “Brussels Umbrellas” character, together with the writers of Writingbrussels, is a foreigner like many others. He is uprooted but he survives and looks towards a future of hope.

My new work in Writingbrussels returns to the starting point and approaches the administrative and powerful Brussels, the so called capital of Europe. But that is only the beginning of the story. My characters begin a journey with an unknown destination, they get lost in a Brussels of hidden layers and lives of conjecture. They don’t know what they are looking for but they may find something they never imagined.

1 Response to Eva

  1. Hayedo says:

    el [recién llegado] extranjero añora la pertenencia, sobrevive en el desarraigo y mira al futuro con reservas, con esperanza si es optimista
    [perdona Eva, no pretendo corregirte, son resonancias de tu frase]

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